domingo, 7 de junio de 2009

Recetario del sufrimiento. Parte II


Persígalo.
Y si se deja atrapar
¡acorrálelo!
Empiece pues a indagar, a atontarlo.
A preguntarle justo lo que no desea saber.
Pero, sobre todo
lo que él (ella) jamás le diría.
¡Tortúrelo!(la) ¡Oblíguelo!(la)
Cabizbajo(ja), sediento(a)
y con la conciencia cronometrada
terminará blasfemando.
Es lo que saben hacer mejor.
Lágrimas.
Llore...
Es lo que usted sabe hacer mejor.
Puede que...
sea una rareza de espécimen
y suelte alguna verdad, con colores muy ocres.
- torcida siempre -
El aire se dosificará.
Transpirará miedo y correrá por su cuerpo.
Se cortará en dos pedazos..
con un suspiro.
Lo que ya sabe
quedará siempre oprimido y latente.
Pero en su caso, triste...
tendrá que agradecerlo.

2 comentarios:

  1. Es increible ver cuantas maneras hay para sufrir.Es más fácil que ser feliz.
    Besos, Victor!

    ResponderEliminar
  2. Quién sufrió, seguramente tiene una buena historia de amor que contarnos...

    ResponderEliminar